Recorrer La Habana, Día 1
La Habana es una ciudad fundada en 1514 altamente fortificada para protegerse de los ataques de corsarios y piratas. Podrás encontrar maravillas y joyas de la arquitectura, autos clásicos de los 50´s y un gran muro en la costa norte llamado “Malecón”. En este muro siempre hay cubanos y cubanas de distintos niveles socioeconómicos, disfrutando de la brisa del mar. Lo mejor es recorrer La Habana caminando por sus calles, cámara en mano.
Vas a ver mucha gente, niños jugando, felices y alegres. Nunca verás niños trabajando o abusados por otros. Un lugar muy seguro para todo el que lo visita.
El Capitolio
Comencemos por El Capitolio de la Habana, uno de los edificios más imponentes de la Ciudad. Inspirado en el Capitolio de Estados Unidos, el Panteón de París y San Pedro de Roma, es uno de los más visitados por turistas. Es la sede del Parlamento Cubano.
El Capitolio Está ubicado a un lado de la avenida o Paseo Martí, antiguamente Paseo del Prado. Aunque este último nombre no se lo ha podido cambiar nadie, pues todos lo conocen por el Prado Habanero.
El Paseo del Prado
El paseo del Prado, fue la primera calle asfaltada de La Habana. Una avenida de alrededor de un kilómetro de largo que tiene en uno de sus tramos una hermosa arboleda que adorna su recorrido. A ambos lados te encuentras con el perfil de las viviendas de “Centro Habana”. Venta de cuadros confeccionados por pintores cubanos, artesanías y pregones.
En un extremo la fortaleza de San Salvador de La punta y en el otro el Parque “La india”. Muy cerca tendrás el Museo Nacional de Bellas Artes, el lujoso y recientemente remozado Hotel de la manzana de Gómez, Coches tirados por caballos, autos antiguos y otros hoteles como el Saratoga, el Inglaterra y el Hotel Parque Central.
San Salvador de La Punta
En el extremo norte del Paseo del Prado tendrás el privilegio de ver “San Salvador de La Punta”, una de las 5 fortalezas de La Habana, que por ser la más pequeña no deja de ser muy estratégica.
En frente, cruzando el canal, está El Castillo de los Tres Reyes del Morro con su imponente faro que alumbra en las noches las oscuras aguas de la entrada a la bahía.
A su lado “San Carlos de La Cabaña” La segunda fortaleza más grande de Latinoamérica. Y al terminar el muro de La Cabaña, la estatua de “El Cristo de La Habana”
El Malecón
Ya en este lugar donde la brisa marina rompe en tu rostro, se puede ver el muro de 8 km de largo que bautiza el inicio de la ciudad en conexión con el mar: El Malecón Habanero. Cuando quieras recorrer La Habana no puede faltar un paseo por esta avenida. Vas a ir descubriendo la voz, el alma y el cuerpo de los cubanos.
Tomarás la brisa del mar y sentirás el sonido de las olas al chocar con la costa. Podrás contemplar autos viejos de los años 50 que van y vienen constantemente en contraste con los más modernos. Notarás personas sentadas en el muro, algunos pescando, otros haciendo ejercicios o bañándose en el peligroso arrecife. Es mejor hacer este recorrido cayendo la tarde; así podrás ver las imágenes más bellas de La Habana cuando el sol se esconde en el horizonte. En la noche se desborda de personas que vienen a diversas tertulias.